Hay todavía, quien puede pensar que los Juegos de Rol no tienen aplicación en la vida diaria. Podría ser que se tuviera razón en un pensamiento tan agorero, pero recapacitad un poco: en cuanto cae la noche, las ciudades se llenan de sombras que buscan algo de comida entre la basura, o de jabalíes que abandonan la seguridad del bosque para encontrar alimento. Hace muy poco, en tierras vizcaínas, los buitres, antaño carroñeras, por falta de algo que llevarse a la boca atacaron una ternera...

No pretendemos ser aves de mal agüero pero en cuanto el neoliberalismo termine con nuestro añorado estado del bienestar y con lo que quede de nosotros, La Noche del Dragón tal vez deje de ser una quimera y en el fondo, no esté tan lejos como pensamos. Ahora mismo somos más esclavos que hace un lustro e Internet está plagado de soluciones que nos permiten tener luz sin disponer de bombillas, de calor sin necesidad de estufas... La electricidad, la energía, el agua en manos de unos pocos está consiguiendo que la pobreza avance, al igual que comenzarán a hacerlo pronto las enfermedades que creíamos erradicadas. 
 
Mal asunto es dejar de invertir en salud, en educación, en poetas y en seres humanos; pero aún peor es apostar por un futuro en que la desiguadad y la penuria moral campen por sus anchas, aunque la culpa de todo la tenga Zapatero.
 
A la vuelta de la esquina podría encontrarse un mundo muy similar al descrito por Juan Cuadrado. Malpaís podría ser el lugar donde vivís ahora, un hábitat en el que se hará necesario luchar por la subsistencia diaria, por los nuestros y por los pocos amigos que nos queden. Un e-reader sin pilas y sin corriente desde la cual alimentarlo, no dejará de ser algo interesante con lo que avivar las llamas en las que estaremos quemando libros que ya no sabremos leer, pero que ayudaron a deforestar nuestro planeta para que nosotros concluyeramos el trabajo ante la necesidad de tener fuego. Cultivaremos nuestros huertos o robaremos por la noche lo que ha cultivado el vecino en el suyo, porque las tiendas en las que nadie podía comprar por falta de dinero, cerraron en un tiempo indefinido llevándose consigo a aquellos que las nutrían de productos... 
 
Nos volveremos recelosos y cicateros, recurriremos a cerrar las puertas con cuatro o cinco candados, a elegir quién de nosotros permanecerá en vela para asegurar los víveres y la vida de los que están dentro. Si no disponemos de armas, las inventarmos, y si es necesario, mataremos porque llamar a la autoridad entrañará un riesgo inasumible. Retornaremos a recolectar y a cazar en lo que va quedando de nuestros bosques y recordaremos que hubo un tiempo anterior a La Noche del Dragón en el que ante la llegada del invierno, no hacía falta sortear entre los mayores quién se iría a morir a la montaña para que las bocas restantes tuvieran los suficiente como para llegar a la primavera siguiente.
 
Como decíamos al principio, hay todavía quien puede pensar que los Juegos de Rol no tienen aplicación en la vida diaria, pero yo que tú no sería tan bobo de creerlo. Era de Acuario puede ser útil en unos años, muy útil, tanto que en unas décadas puede haber alguien que afirme que en sus páginas, se predijo el futuro...

Nos leemos.

Lo que nos espera es Era de Acuario

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martes, 3 de diciembre de 2013

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