En unos días escasos va a haber en el mercado dos viejos juegos y aprovechando la canícula y el solaz de una tarde veraniega como otra cualquiera, la de hoy por ejemplo, vamos a refrescar la memoria por si todavía queda alguien que se ha perdido algo al respecto de nuestros libros zombies. 

Y vamos a empezar por Mininos en la Sombra, juego felino donde los haya que encierra en sus páginas un sabroso y sentido homenaje a nuestro cláisco Mutantes en la Sombra.

«Hubo otra época, antes de que los hombres usurparan el poder sobre la Tierra, cuando los Númenes gobernaban los destinos del planeta, o al menos lo hubiesen hecho si les hubiera interesado. En este tiempo las cosas iban como tenían que ir, es decir, las especies competían entre sí, se devoraban unas a otras sin esperar que ello les condujera a someter a sus deseos a todo el planeta y a sus colegas residentes.

En realidad, Númenes es una manera corta y convencional de llamarlos, pero si alguien se acordara de la palabra y su significado, ésta sería la más oportuna para designarlos. Porque estamos hablando de algo parecido a una fuerza o poder de la Naturaleza con una especie de retorcida inteligencia elemental, y un peculiar sentido del humor, más que de una personalidad completa con una voluntad independiente. En cualquier caso, los Númenes eran los que disponían, más o menos, cómo debían pasar las cosas que ellos querían que pasaran, dejando el resto a un azar más o menos amable.

Esta es otra cuestión. El Azar, con mayúsculas, era otro Numen cuya misión era ocuparse de todo lo que los demás no querían, de esas pequeñas cosas que determinan fatalmente la existencia ajena, como los vuelos de las mariposas y los huracanes, y que acaban siendo lo verdaderamente importante para la existencia de todos los seres sobre la superficie del planeta.

Ahí aparecen dos especies rebeldes: las ratas y los humanos. A las ratas no les parece buena cosa que haya elementos descontrolados en la Tierra que parezcan comportarse aleatoriamente y que en realidad les amargan mucho la vida, como la peste bubónica, las pulgas, los hundimientos de los barcos o las inundaciones repentinas de los subterráneos. Son muchas, pero individualmente son débiles y pequeñas y no tienen buen perder: suelen caer a montones cada vez que el Azar decide tomar las riendas en algún asunto.

Los humanos se lo toman un poco mejor, son inteligentes y eso les hace improvisar, a veces bien, a veces no tan bien; pero, en general, suelen salir airosos de sus compromisos. Sin embargo, los humanos son cobardes y pasan malos ratos frente a las adversidades y tienden a la cólera cuando las cosas no resultan como ellos quieren. Tienen, también, muy mal perder, lo que comparten con muchas otras especies de primates, los cuales no son una familia zoológica precisamente apacible.»

De Mininos en la Sombra, Abelardo Martínez.

Refrescando la memoria [Mininos en la Sombra]

Publicado el

sábado, 27 de julio de 2013

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