Si bueno es tener una idea previa de lo que se quiere escribir, mejor aún es intuir cómo queremos repartir el espacio del que disponemos. Recordemos dos cosas: un Cliffhanger es un juego de rol, y como tal debería componerse de dos aspectos fundamentales, el trasfondo de juego y el reglamento. Lo segundo, y esencial, que debemos recordar es que disponemos, grosso modo, de 25.000 palabras. Si bien no conviene obsesionarse con el espacio disponible, sí que debemos contemplar estos aspectos durante el proceso creativo.

Esto pasa por la apuesta que ha de hacer cada autor sobre el uso que hará del espacio disponible y cómo lo estructurará. ¿Quieres que sea un juego exhaustivo desde el punto de vista de las reglas? Quizá eso te lleve a tener que presentar un trasfondo que sugiera más que explique, con referencias lo suficientemente evocadoras como para no requerir de una redacción más prolija. Probablemente esto te reste espacio para incluir una aventura inicial y debas conformarte con aportar un o varias semillas de aventura para que los Árbitros de Juego hagan de su capa un sayo. Aprovechamos para recalcar que creemos que el rol es imaginación y somos más amigos de dejar que el jugador desarrolle a su antojo antes que imponerle hasta el color de los ojos de los PNJ.

Pero a lo mejor sí que quieres presentar un mundo lo más rico posible para que el jugador no se desvíe demasiado de tu canon. Entonces habrá que sacrificar algún otro componente; unas reglas más livianas, quizá, o un equilibrio entre reglas y trasfondo y dejar el peso de la ambientación en una aventura introductoria muy articulada.

En todo caso, la redacción de un Cliffhanger supone un ejercicio muy interesante para los autores, ya que ofrece un horizonte con hitos que debemos satisfacer. Es una especie de encaje de bolillos de la creatividad que ejercita (y vaya si lo hace) las neuronas. Podemos decir que, con el tiempo, el concepto de espacio y estructura acaban calando en el subconsciente, y los subsiguientes escritos se van tornando más y más fluidos.


Veamos algunos ejemplos:

Dogfight, el número 02 de nuestra colección, es un juego que apuesta por un entorno de reglas muy controlado por su especial carácter (duelos aéreos) y el trasfondo, al ser un repaso de la Historia de la Primera Guerra Mundial puede considerarse casi accesorio; nada que no pueda el lector ampliar documentándose por su cuenta.

Piratas del Vacío, de próxima aparición, apuesta por un ajustado equilibrio entre reglas (de peso y bastante exhaustivas dado el formato) y trasfondo (necesariamente rico ya que nos cuenta un futuro decadente lleno de matices), en el que ha sido necesario prescindir de algunos elementos para su encaje.

Saqueadores de Tumbas, por otro lado, es un juego que apuesta decididamente por un reglamento minimalista y pone toda la carne en sus señas de identidad: el hipogeo, ese entorno recurrente donde los PJ pasarán el 90% de su tiempo de juego; el bestiario, esencial para el enfoque Dungeoncrawl clásico, y el equipo, delicia donde las haya para todo buen munchkin del saqueo.

En definitiva, escribir un Cliffhanger implica un esfuerzo consciente de síntesis, contención y ordenación del espacio de trabajo con vistas a ofrecer un juego que, por una cosa u otra, sea lo suficientemente sugerente para el jugador. Lo mejor de todo es que, y lo decimos por experiencia, el autor que repite siente las agujetas de un músculo creativo que crece con cada Cliff y sin duda dará unos frutos mucho más dulces cuando ponga las metas en productos más, por así decirlo, ambiciosos.

Escribe tu propio Cliff II [Estructura y espacio]

Publicado el

miércoles, 3 de julio de 2013

1 Comment
Deka Black dijo...

En el caso de get Wild, es más un "directrices básicas + reglas". Aunque eso dejo que los futuros jugadores lo juzguen. Eso si, con poco se puede lograr mucho ambiente si se sabe como usar. Y modestia aparte creo que lo he logrado.

En cuanto a Saqueadores de Tumbas, totalmente de acuerdo. Yo citaria Era De Acuario como ejemplo de equilibrio que quiza tiende mas al ambiente que a las reglas... aunque yo lo veo mas com equilibrado.