Lo primero es lo primero, conocer aspectos generales de nuestra penitenciaría: nombre, ubicación, nivel de seguridad y algo de su historia, todo sirve para centrar las posibilidades de creación. No hace falta hacer una tesis en este apartado pero merece la pena pararse a pensar sobre el tema, aunque sean cinco minutos. En este sentido, cualquier cosa, por nimia que sea, puede ayudarnos a detallar y dar personalidad al entorno. 

A modo de ayuda, para completar esta información podríamos comenzar por hacernos preguntas sobre ella, y por supuesto, contestarlas.

—¿Cómo se llama o cómo es conocida por los presos?: Oz, Alcatraz, etcétera.

—¿En qué lugar o población está ubicada?: Estado X, ciudad X, en mitad del desierto, en una isla, en un sitio aislado completamente. O desconocido por los PJs, o en una estación espacial…

—¿Cómo es?: Grande, pequeña, de dimensiones indefinidas, etcétera.
—¿Qué tipo de institución es?: De máxima seguridad, un reformatorio, un complejo de módulos, un centro de tratamiento experimental para reclusos peligrosos, un psiquiátrico…
—¿Su historia nos ofrece algún detalle relevante?: Es de reciente creación, o está construida sobre un cementerio indio, o albergó a un rapero famoso, o se rodó un reality dentro de sus muro...

—¿Hay algún aspecto específico que distinga esta prisión del resto?: Palabras concretas de jerga, uniforme especial, condiciones especiales de convivencia, etcétera.

Un elemento narrativo que puede enriquecer la descripción y que está muy en consonancia con la última de las preguntas planteadas, es el uso de leyendas urbanas. 

La vida en la prisión es dura y muchas de las cosas que pasan en ella pueden ser recordadas por la tradición oral carcelaria de forma difusa o aumentada. El miedo, el respeto provocado o incluso la supervivencia de muchos reclusos depende de estas historias. El propio devenir de los Jugadores podría dar lugar a leyendas peculiares o habladurías de este tipo. 

En el ejemplo de prisión incluido al final de este capítulo aparecen algunos casos de estas historias carcelarias indicándose con texto en cursiva, y quedando a discreción del Alcaide su grado de veracidad.

De Babylon.

Algo más sobre Babylon

Publicado el

sábado, 6 de octubre de 2012

Etiquetas

,

1 Comment
Deka Black dijo...

Lo de las leyendas urbanas carcelarias es un detalle que me gusta. La tradicion oral (o cotilleo en su forma más basica) puede ser fuente de situaciones peculiares.