El aviso precede al torrente de lluvia que comienza a caer de nuevo, pero esta vez... ¡roja! Los PJ, aturdidos, comprueban que está lloviendo ¡sangre! Thich se acerca a ellos y comienza a hablarles: «Ahora mismo estáis muertos en vida. No tenéis espíritu y vuestra última oportunidad de sobrevivir y alcanzar de nuevo lo que fuísteis, es luchar. No os entretengáis pensando en términos de derrota o victoria, simplemente buscad a vuestro enemigo y luchad con él sin que os importe el resultado del combate, ni siquiera penséis en él... Vuestro chi no está con vosotros pero podéis salir victoriosos si conserváis vuestra mente tan fría como vuestro acero. No os entretengáis siquiera en pensar en no pensar, simplemente luchad, dejad que vuestro instinto guíe vuestra determinación. Nuestros enemigos son numerosos y no piensan en la victoria, parten con ventaja...» 

En ese momento el cuerno vuelve a sonar. Esta vez son muchas figuras que se acercan saliendo de la jungla con paso vacilante.

Cuerpos demacrados en los que, tiras de piel, les cuelgan de la cara y brazos. Algunas heridas tienen el aspecto de haber sido provocadas por mordiscos, otras por uñas. A alguno le cuelga el brazo, retorcido y en una posición antinatural, demasiado claro se ve que el hueso está roto, pero no parece sentir el mínimo daño. Ojos salidos de sus cuencas unidos a la cara por sus nervios. Calaveras sin rastro de piel y con manchas de barro, musgo y pequeños gusanos blancos... Cuerpos flacos envueltos en sudarios. Perdido hace tiempo el color, ahora son una tela desgastada y transparente que deja ver una piel seca y marronácea con la textura del cuero. Esqueletos animados con pegotes de carne, músculos secos y vacíos colgando de tendones. Sin saber cómo, pues es clara la falta de aparato locomotor, andan siniestramente en busca de presas. Y parece que las presas son los vivos.

Se mueven en silencio, sin pronunciar ni una palabra, ni un quejido sale por sus muertas bocas. Cuando les disparan, oyen la detonación y cómo la bala entra en la carne, pero no se quejan. Realmente es una situación que pondría histérico a cualquiera. Por supuesto, es sarcasmo.

Tiradas de estrés, debido a una situación tan compleja, hemos decidido añadir un nuevo nivel de situaciones estresantes. En este nivel entran a formar el ambiente y la situación. Los PJ están cercados en medio de la jungla y, mientras llueve sangre, recuerda, varios centenares de no-muertos, (zombies, esqueletos y momias), están avanzando hacia ellos con la sana intención de que se unan al grupo de amigotes que han formado. Como la escena no es muy típica, el nuevo nivel se va a llamar: «situación dequetecagasdechunga.» (Mod. -25 PET X5.) En un principio quería llamarla «contacto con entidades sobrenaturales claramente chungas», pero era demasiado largo.

Pues eso, tirada de estrés en situación chunga. Y ahora, cuando empiecen a notar sus efectos, pueden recordar las palabras de Thich y cualquiera que saque una tirada de Inteligencia en Problemático, ignorará los efectos de esta primera tirada de estrés de cara a las siguientes.

La posterior escena trata de lo esto: de la jungla salen no-muertos en interminables oleadas. Por muchos que maten parecerá que el número no desciende sino que aumenta; por cada uno que matan los PJ parece que tres nuevos ocupan su lugar. 

Recuerda lo de disparar a la cabeza en la tabla de localización de impactos pág. 70. Coméntales a los PJ que un turno dura más o menos como cinco minutos. Si aciertan al disparar, lanza tres dados de seis y el resultado será la cantidad de cosaschungas que habrán matado en esos cinco minutos. La munición perdida es igual al producto de restar 5 a la CE del ataque y multiplicarlo por el número de blancos conseguidos. Si la CE es cuatro o superior, solamente habrán gastado un cartucho por blanco. 

Controla la munición, sobre todo controla la munición. Va a hacer falta que la controles...

De Descenso a través del crepúsculo.

Dequetecagasdechunga

Publicado el

lunes, 4 de junio de 2012

Etiquetas

,